Una crema facial con protección solar protege contra el efecto de ardor y envejecimiento de los rayos UV, dejando tu piel hidratada y sedosa.
Aplicar después de la rutina básica de cuidado de la piel. Extender sobre todo el rostro, evitando el área de los ojos, entre 15 y 30 minutos antes de realizar una actividad al aire libre. Volver a aplicar después de transpirar, nadar o secarse con una toalla.